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lunes, 19 de marzo de 2018

INMUNOGLOBULINA A SECRETORA EN PREESCOLARES CON INFECCIONES RECURRENTES Y SU RELACIÓN CON LA ALIMENTACIÓN INICIAL


SECRETORY IMMUNOGLOBULIN A IN PRESCHOOLS WITH RECURRENT INFECTIONS AND ITS RELATIONSHIP WITH INITIAL FEEDING.











INMUNOGLOBULINA A SECRETORA EN PREESCOLARES CON INFECCIONES RECURRENTES Y SU RELACIÓN CON LA ALIMENTACIÓN INICIAL.

Autores: Figuera José, Lapenta José, Rodríguez Heilmar, Rodríguez Loisiana,  Saavedra Vanessa.
Tutor Científico y Metodológico: Dr. Castro Joaquín, Dra. Azcárate Thamara Azcárate, Dra. Navarrete Luz Marina.
Maracay, 08 de Marzo de 2018.


Resumen

La IgA secretora (IgAS) es la inmunoglobulina predominante en las secreciones, entre sus funciones está proteger las mucosas. Durante la infancia las infecciones recurrentes (IR) son una de las primeras causas de consultas. La lactancia exclusiva es considerada un factor protector contra las IR. Objetivo: Determinar los valores de IgAs salival en preescolares con IR y su relación con la alimentación inicial. Materiales  y métodos: Investigación clínica epidemiológica, diseño analítico observacional, tipo transversal, incluyó 56 pacientes a quienes se les tomo muestra salival. Resultados: La edad promedio fue 3,5 años, predominando  el género femenino (53,5%). En cuanto a la presencia de infecciones recurrentes destacó el género masculino (58,3%), siendo más frecuente el tipo multifocal (58,3%), prevaleciendo las respiratorias (41%) y gastrointestinales (16%). El 60,7% recibió lactancia materna exclusiva, con mayor frecuencia en el grupo sano (62,5%). La edad de inicio de la alimentación complementaria fue de 5,7 meses. Al relacionar los niveles de IgAS salival con la edad, se observó un valor mayor a los 3 años (x=19,3 mg/dl), pero con menores niveles en el grupo de infección recurrente (x=7,5 mg/dl) que en el grupo sano (x=33,1 mg/dl). Con respecto a la exclusividad de la lactancia, se observaron menores valores de IgAS en los sanos en relación con el grupo de IR (8,3 y 8,4 mg/dl respectivamente). Conclusiones: Los niveles de IgAs salival en los pacientes con infecciones recurrentes dependen de múltiples factores, además la lactancia materna como un factor aislado no garantiza la presencia o ausencia de éstas.
Palabras claves: Inmunoglobulina A secretora, infecciones recurrentes, lactancia materna exclusiva, alimentación inicial, saliva.  

SECRETORY IMMUNOGLOBULIN A IN PRESCHOOLS WITH RECURRENT INFECTIONS AND ITS RELATIONSHIP WITH INITIAL FEEDING.

Authors: Figuera José, Lapenta José, Rodríguez Heilmar, Rodríguez Loisiana,  Saavedra Vanessa.
Scientific and Methodological tutor: Dr. Castro Joaquín, Dra. Azcárate Thamara, Dra. Navarrete Luz Marina.
Maracay, March 08th 2018.


Abstract

Secretory IgA (SIgA) is the predominant immunoglobulin in secretions, among its functions is to protect mucous membranes. During childhood, recurrent infections (RI) are one of the first causes of consultations, due to multiple factors. Exclusive breastfeeding turns out to be a protective factor. Objective: To determine the values of salivary SIgA in preschool children with RI and its relationship with the initial feeding. Materials and methods: Clinical and epidemiological research, analytical observational design, cross-sectional type, we included 56 patients from who we took a salivary sample. Results: The average age was 3.5 years. The female gender predominated in a 53.5%. Regarding the presence of recurrent infections, the masculine gender represented a 58.3% and the most frequent was the multifocal type 58.3%, prevailing respiratory (41%) and gastrointestinal (16%). The 60.7% received exclusive breastfeeding, 62.5% of them corresponding to the healthy group. The age of onset of complementary feeding was 5.7 months. When relating salivary SIgA levels with age, higher values were observed at 3 years (x=19.3 mg/dl), however for this same age, the group of recurrent infection had lower levels (x=7.5 mg/dl) than the healthy group (x=33.1mg/dl). The values also were lower in the healthy group than those with recurrent infections in relation to the exclusivity of lactation (8.3 and 8.4 mg/dl respectably). Conclusions: The levels of salivary IgA in patients with recurrent infections depend on multiple factors, and breastfeeding as an isolated factor does not guarantee the presence or absence of these.

Keywords: Secretory immunoglobulin A, recurrent infections, exclusive breastfeeding, initial feeding, saliva.


INTRODUCCIÓN

     El desarrollo del sistema inmune es un proceso progresivo desde el período de recién nacido hasta el fin del período escolar.1 Por lo que requiere de un contacto previo con antígenos del medio ambiente para aprender a generar respuestas efectivas durante la vida adulta.2

     La alimentación al seno materno (ASM) ha mostrado capacidad para desarrollar en la luz intestinal del lactante una barrera virtual que impide la adhesión de gérmenes al enterocito, reduciendo tanto la frecuencia y severidad de las infecciones como la reacción inflamatoria que se asocia con ellas. Esta modulación de los mecanismos de defensa del huésped podría programar al sistema inmune del lactante con efectos a largo plazo. Y tal vez afectar favorablemente la función de órganos dotados de tejido linfoide y con luz de escaso diámetro.3

     En la leche humana se secretan anticuerpos frente a las bacterias que colonizan el tubo digestivo, por la migración de los linfocitos B desde la placas de peyer, hasta la lámina propia de las glándulas mamarias, donde se diferencian en células productoras de Inmunoglobulina A (IgA), la cual es la más abundante e importante en las mucosas, e interfiere en la adherencia de las bacterias a la mucosa intestinal, que es el primer paso de la cadena fisiopatológica de la diarrea.3

    
     La IgA es la inmunoglobulina predominante en la saliva y secreciones intestinales en forma de IgA secretora, la mayoría se produce como resultado de una síntesis y no del torrente circulatorio. Entre sus funciones están la de inhibir la adherencia bacteriana y la neutralización de enzimas, virus y toxinas. Puede unirse de forma específica a moléculas presentes en la superficie bacteriana mediadora de la unión de esta célula epitelial, y su unión a la bacteria aumenta la afinidad de este complejo a la mucina, lo cual facilita la inmovilización del microorganismo a la capa mucosa con la consiguiente eliminación.4

     Durante la infancia, las infecciones a repetición son consideradas una de las primeras causas que generan múltiples consultas tanto al médico como al especialista. Estas infecciones son debidas a múltiples factores que condicionan en el individuo un estado de predisposición facilitando la presentación de los episodios infecciosos. Por lo tanto, si se pregunta ¿Cuántas infecciones son “normales” en la infancia? sería un poco difícil de responder.2

     Para tener una idea del manejo de este tipo de enfermedades, y determinar cuando estas infecciones tienen un comportamiento normal o inusual en la presentación de sus episodios, es necesario conocer sobre los aspectos clínicos y de laboratorio, así como los criterios de selección concernientes a la definición de estas infecciones recurrentes, las cuales se han designado y caracterizado dentro del síndrome de Infección Recurrente (SIR).2

     El síndrome de infección recurrente constituye una causa importante de morbilidad y mortalidad, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, lo cual implica altos costos sociales y económicos para los distintos servicios de salud.5
   
     Inicialmente el Síndrome de Infección Recurrente (SIR) se manifiesta como un proceso por lo general subclínico o asintomático en individuos que están en contacto permanente con agentes infecciosos que se encuentran en el ambiente. Esta repetida interacción con antígenos va a permitir el desarrollo de inmunidad en individuos normales o a desencadenar enfermedades graves en pacientes susceptibles.2 Un paciente tiene infecciones recurrentes cuando presenta una mayor frecuencia de infecciones que las correspondientes para su edad y medio ambiente.1

     Según estudios realizados se encontró que la lactancia exclusiva, resulto ser un factor protector, para la presencia de infecciones recurrentes respiratorias y gastrointestinales. Lactancia mixta estuvo asociada a 1.8 veces más riesgo de infecciones respiratorias y 2.04 veces más riesgo de infecciones gastrointestinales. Lactancia artificial se asoció con un riesgo de adquirir 1.15 veces más infecciones respiratorias y 1.1 veces más para infecciones gastrointestinales.6

     Por otro lado se determinó que la edad preescolar, el sexo masculino, la lactancia materna no efectiva, la alergia, el bajo peso al nacer, el humo de tabaco en el ambiente, la asistencia a círculos infantiles y el hacinamiento fueron los factores de riesgo más frecuentes.7

      Las infecciones respiratorias agudas (IRA) se ubican entre las 10 principales causas de defunción en la población general, y dentro de las 3 primeras causas de muerte entre los infantes de 5 años, por lo que se considera un problema de salud pública. Las IRA son responsables de la muerte de cerca de cuatro millones de niños y niñas por año y están incluidas entre las tres primeras causas de enfermedades fatales de la primera infancia, junto con la diarrea y la desnutrición proteico-calórica. La neumonía ocasiona aproximadamente el 85 % de todas las muertes por IRA; seguida de la bronquiolitis, crup y complicaciones de las infecciones de las vías respiratorias superiores.8

     Existen factores de riesgo que predisponen o favorecen las IRA, algunos son modificables y otros no. Entre ellos, la edad, dado que se observa que por debajo de los 5 años y sobre todo en el recién nacido y el lactante, se presenta el mayor riesgo, igualmente el bajo peso al nacer, favorece la mayor sensibilidad a la infección, debido entre otras causas, al deterioro físico del infante y a los trastornos en la maduración del sistema inmune del bebé, asociado al bajo peso al nacer. Se encuentra también como un factor de riesgo importante la desnutrición, la cual es la causa más común de inmunodeficiencia, gran parte de la morbilidad y la mortalidad en individuos malnutridos se debe a las infecciones.9

     Otro factor de riesgo importante es la no administración de lactancia materna. La leche humana es la más apropiada de todas las disponibles para el recién nacido, porque está exclusivamente adaptada a sus necesidades, los niños y niñas en los que se sustituye la lactancia natural son menos saludables y presentan una marcada incidencia de diarreas, tos y catarro. Aquellos niños y niñas que al nacer no reciben lactancia materna carecen de la protección que la misma aporta contra las IRA.9

     La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que todos los lactantes reciban lactancia materna (LM) exclusiva durante los seis primeros meses de vida. Se han comprobado sus beneficios, tanto en la disminución de la mortalidad como en la morbilidad en los países en vías de desarrollo. También en países desarrollados, como Reino Unido, España, Australia, EE. UU y Países Bajos, se ha confirmado el papel de la LM en la disminución de las hospitalizaciones por infecciones gastrointestinales y respiratorias en lactantes sanos nacidos a término.10

     Dado la compleja coexistencia de factores que pueden confluir en esta problemática y que a nivel nacional y regional no se dispone de estudios que determinen los valores de IgA secretora salival en preescolares con infecciones recurrentes y su relación con la alimentación inicial, se necesita disponer de datos propios que puedan servir como referencia epidemiológica para determinar la importancia de estas variables.

 
     Para lograr este cometido, se plantea como objetivo general de la investigación determinar los valores de Inmunoglobulina A secretora en preescolares con infecciones recurrentes y su relación con la alimentación inicial, para ello es necesario: Identificar las características demográficas y clínicas de la muestra a estudiar (Edad, género, graffar, clasificación clínica), describir los antecedentes alimentarios en los pacientes de la muestra (Lactancia Materna o Alimentación Complementaria), determinar los niveles de  Inmunoglobulina A secretora salival  y comparar entre preescolares con antecedentes de infecciones recurrentes y en preescolares sanos, de acuerdo con los antecedentes alimentarios.


METODOLOGÍA: MATERIALES Y MÉTODOS

     El tipo de investigación realizada fue clínica epidemiológica en la especialidad de Pediatría e inmunología, de diseño analítico observacional, fuente primaria directa y de tipo transversal.

     Muestra no probabilística de tipo intencional, la cual estuvo constituida por 56 preescolares entre los 2 años hasta los 5 años más 11 meses y 29 días, de los cuales se conformaron dos grupos: un primer grupo compuesto por 32 preescolares sanos sin antecedentes de infecciones recurrentes los cuales fueron tomados de la Unidad Educativa Privada Colegio Humboldt y un segundo grupo de 24 preescolares con antecedentes de infecciones recurrentes los cuales fueron tomados en la consulta de pediatría e inmunología del Hospital Central de Maracay, en el período comprendido de Agosto a Noviembre del 2017.

     La población anteriormente descrita cumplían con los siguientes criterios de inclusión: pacientes pediátricos en edad preescolar comprendida entre 2 y 5 años más 11 meses y 29 días, de sexo masculino y femenino, con antecedentes de infecciones recurrentes los cuales fueron tomados en la consulta de pediatría e inmunología del Hospital Central de Maracay y sanos sin antecedentes de infecciones recurrentes los cuales fueron tomados de la Unidad Educativa Privada Colegio Humboldt, pacientes cuya autorización por parte del representante legal a través del respectivo consentimiento informado haya sido aceptada.


     Como criterios de exclusión se tomaron pacientes pediátricos con edad inferior a los 2 años de edad, pacientes pediátricos con edad superior a los 5 años más 11 meses y 29 días, pacientes que presenten enfermedades crónicas, pacientes cuya autorización por parte del representante legal a través del respectivo consentimiento informado haya sido negada.

     Todo representante legal o padre del paciente incluido en la investigación firmo el previo acuerdo mediante un documento de consentimiento informado.

     De igual manera se tomaron las previsiones necesarias en cuanto a la privacidad y confidencialidad del paciente. La información obtenida fue dirigida exclusivamente para esta investigación, completamente confidencial y el anonimato de los pacientes forma parte importante del acuerdo médico-paciente realizado previo a la toma de muestra.

     Ninguna identidad de los participantes en dicho estudio fue revelada o publicada de alguna forma. Solo se interrogaron datos estrictamente necesarios para fines de la investigación.

     Como instrumento se diseño una hoja de registro para la recolección de datos basado en las entrevistas realizadas a padres y representantes de los pacientes, centrada en los objetivos y variables correspondientes para posteriormente analizar de los datos. Se recabaron: Grupo etario, nombre y apellido, sexo, Graffar, número de infecciones presentadas al año, uso de tratamiento, hospitalizaciones en el último año, tipo de infección, tipo de lactancia materna, alimentación complementaria, edad de ablactación y valor de IgA secretora salival. Previamente se explicaron los objetivos pertinentes al trabajo así como se le presento un consentimiento informado.

     Se procedió a la toma de muestra de saliva. Los pacientes debieron estar previamente cepillados y bien hidratados. Se procedió a colocación de guantes estériles, posteriormente se le coloco una torunda de algodón sublingual a cada paciente hasta que la misma quede impregnada en su totalidad de saliva, se tomo la torunda de algodón y se introdujo en la jeringa estéril de 10 cc, quitando previamente el embolo de esta para permitir el paso de la muestra, se introdujo nuevamente el embolo y se ejerció presión para verter el contenido de 2 ml de saliva dentro del tubo de ensayo de vidrio estéril, luego se identifico cada tubo con los datos del paciente, nombre y apellido, edad, sexo y grupo a que pertenece. Inmediatamente luego de la recolección los tubos fueron almacenados en una cava  con abundante hielo seco, ya que deben ser sometidos a una temperatura menor a 0 ºC, para que las bacterias no degraden los anticuerpos, ni alteren la muestra, mientras son llevadas al laboratorio donde se congelaron para posteriormente ser procesadas. Las muestras solo pueden ser descongeladas al momento de su procesamiento.

     Las muestras fueron procesadas según las especificaciones del fabricante en un Laboratorio Inmunológico Privado, ubicado en la Ciudad de Maracay, Aragua Venezuela.

     La IgA secretora salival fue medida por medio de la técnica de ELISA, con un test sIgA Saliva ELISA fabricado en Alemania por la casa comercial EUROIMMUN AG®, el cual posee como  lote el número E160721AH, número de orden EQ 6211C- 9601 S, formato 96x01 (96). Este test provee un ensayo in vitro para la cuantificación de IgA libre en saliva humana.
     Una vez que las muestras estuvieron en un Laboratorio Inmunológico fueron descongeladas, y se realizo una dilución 11/201 (5µl de muestra con 1 ml de Buffer de Muestras). Se tomaron 100 µl de la dilución y se colocaron en el micropozo de ELISA. Paralelo a ello, se realizo curva de calibración con 100 µl de los estándar provistos en el equipo, y los respectivos controles, positivo y negativo.

     Simultáneamente, agregaron 100 µl de solución de enzima conjugada, y 100 µl de solución anticuerpo anti-componente secretor. Luego de incubar 60 minutos, se lavaron 3 veces los pozos, con buffer de lavado, a fin de eliminar todas las proteínas no unidas al complejo, utilizando  un lavador de ELISA.

     Posteriormente se agregaron 100 µl de solución cromógeno/sustrato en cada micropozo, y se incubo durante 10 minutos a temperatura ambiente, en la oscuridad. Transcurrido ese tiempo, se obtuvo la reacción con 100 µl de solución de parada (Acido sulfúrico 0.5 M). La intensidad del color fue medida en un lector de placas de ELISA con doble filtro de 450/630 nm. Se construyo una curva estándar graficando las absorbancias de los calibradores versus las concentraciones. La absorbancia de controles y pacientes se extrapolo en la curva, a fin de obtener las concentraciones.

     Para el procesamiento de la base de datos el programa utilizado fue ACCESS 2007 y como paquete estadístico para el análisis de los datos EPI-INFO versión 7.2.2.2. Se analizaron datos de frecuencia absoluta y frecuencia relativa y se construyeron intervalos de confianza al 95%. Se realizó la prueba Chi cuadrado para la comparación de las frecuencias. Se consideró el valor de probabilidad (valor p) menor de 0.05 como criterio para establecer significancia estadística.


RESULTADOS

     En la población estudiada la edad promedio correspondió a 3,5 años, similar para los grupos de sanos y con infección recurrente. Con respecto al género predomina el femenino 53,5%, manteniéndose similar proporción en el grupo de sanos, sin embargo existe predominio de género masculino en el grupo con infección recurrente 58,3% (Chi2 4,2). El Graffar se distribuye equitativamente entre los estratos III y IV. Las infecciones recurrentes más frecuente fueron de tipo multifocales 58.3%, y el foco infeccioso respiratorio fue el más relevante 41%, seguido por las infecciones gastrointestinales con 16%. (Tabla 1)

                                                                     GRAFICO 1



De la muestra total 60,7% recibió lactancia materna exclusiva, representando en los pacientes sanos 62,5%, y en el grupo de casos 58,3%. La media de la edad de inicio de alimentación complementaria es de 5,7 meses en ambos grupos, con valor similar en el grupo de sanos y casos, con una moda de 6 meses para todos los grupos. (Tabla 2)


 GRAFICO 2



     Al relacionar la media de los niveles de IgA secretora salival con la edad se observa un valor mayor a los 3 años (=19,3 mg/dl) para el grupo en general, sin embargo, para esta misma edad el valor en el grupo de infección recurrente (=7,5 mg/dl) es significativamente menor que para el de sanos (=33,1 mg/dl) (p 0.01). En cuanto al género el valor en la población general es mayor para los masculinos (=13,3 mg/dl); no obstante, en el grupo con infección  recurrente el género femenino obtuvo un valor de (=9,4 mg/dl), en comparación con los masculinos (=6,6 mg/dl) (p=0,1). Con respecto al foco infeccioso, se mostró un valor menor en relación al foco respiratorio (=7,6 mg/dl) y en infecciones multifocales (=8 mg/dl) a diferencia  del foco urinario (=8,2 mg/dl) (p=0,6). La media de los valores de IgA secretora salival fueron menores para los sanos que en el grupo con infecciones recurrentes en relación a la exclusividad de la lactancia (8.3 y 8.4 mg/dl) respectivamente (p 2.3). Lo que se invierte con respecto a la edad de inicio de alimentación complementaria siendo mayor en el grupo de sanos (13.1 mg/dl) que en el grupo de casos (7.5 mg/dl). (Tabla 3)

 

                                                                   GRAFICO 3 




                                                             GRAFICO 4



DISCUSIÓN

     En el presente estudio se observó discreto predominio del género masculino en el grupo con infecciones recurrentes y al relacionar los niveles de IgA secretora salival se evidenció un aumento en el género femenino, por tanto concuerda con un estudio realizado por Pérez M, et al11, sobre 120 pacientes, donde el género masculino se determina como factor de riesgo inmunoepidemiológico para la aparición de las infecciones respiratorias recurrentes.

     Las infecciones recurrentes más frecuentes en más de la mitad del estudio fueron de tipo multifocales y el foco infeccioso respiratorio fue el más relevante, seguido por las infecciones gastrointestinales. En este sentido difiere del estudio realizado por Díaz Tabares O, et al12, donde describen una duración de lactancia materna alrededor de 5 meses, con predominio de infecciones urinarias y diarrea aguda en aquellos con destete temprano. Sin embargo en este estudio, se observó que el promedio de edad de inicio de alimentación complementaria fue 5.7 meses tanto para el grupo con antecedentes de infecciones recurrentes, como para el grupo de pacientes sanos siendo similar al estudio mencionado anteriormente. 

 Con respecto al tipo de alimentación, la mayoría de la población estudiada recibió lactancia materna exclusiva, representando un mayor porcentaje en los pacientes sanos, lo que podría reflejar que la lactancia materna exclusiva representa un factor de protección. Esto concuerda con un estudio realizado


por Calzado Mustelier M, et al13, donde se realizaron encuestas a 38 madres de niños menores de 4 meses, relacionando la lactancia materna y enfermedades frecuentes, tales como EDA, ERA y otras afecciones, destacando que el 97,4 % de los niños se mantuvo sano, lo que demuestra el nivel de protección que ofrece esta práctica tan antigua.

     Al relacionar la media de los niveles de IgA secretora mostraron un ascenso significativo de esta, en relación al ascenso de la edad con un mayor valor a los 3 años en el grupo sano, dicho ascenso no es igual en el grupo con infección recurrente. Esto lo demuestran Tomasello H, et al14, determinando las cifras de Inmunoglobulina A secretora en niños y niñas aparentemente normales y sanos de la población infantil, encontrando incremento progresivo con la edad hasta llegar a los valores del adulto.

   Por último el antecedente de lactancia materna en el grupo de casos fue estadísticamente significativo con respecto al recibir lactancia materna exclusiva, donde se evidenciaron mayores niveles de IgA secretora salival. Lo que difiere del estudio realizado por Columba V, et al15 donde encontraron que la lactancia materna exclusiva ofrece protección contra infecciones respiratorias y gastrointestinales. Sin embargo no se encontraron estudios donde relacionen el valor de IgA secretora salival con el tipo de alimentación recibida.

     De acuerdo a los resultados obtenidos se concluye que el género femenino puede considerarse como factor protector para la presencia de infecciones recurrentes. Los valores de IgA secretora salival tienen una relación con la edad en los niños sanos, en quienes se presenta una elevación máxima alrededor de los 3 años, esto no se cumple para el grupo de niños  con antecedentes de infecciones recurrentes.

     La lactancia materna no exclusiva está relacionada con la presencia de infecciones recurrentes, sin embargo no se encontró una relación con los niveles de IgA secretora en la población sana; a diferencia del grupo con infecciones recurrentes cuyos niveles de IgA secretora fueron significativamente mayores en aquellos que recibieron lactancia materna exclusiva, por lo tanto se puede afirmar que los niveles de IgA secretora salival en los pacientes con infecciones recurrentes dependen de múltiples factores y que la lactancia materna como un factor aislado no garantiza la presencia o no de infecciones recurrentes, sin embargo si puede considerarse como un factor protector. No se encontró relación existente entre la edad de inicio de la alimentación complementaria y los niveles de IgA secretora.

     En base a las conclusiones se recomienda fomentar la lactancia materna a todos los recién nacidos.  Así como también capacitar al personal de salud y madres respecto técnicas y beneficios de incluir la lactancia materna  exclusiva como principal fuente de alimento los primeros 6 meses de vida. 

     Incluir la determinación de los niveles de IgA secretora como protocolo de estudio en pacientes con infecciones recurrente.

     Se sugiere realizar estudios similares en los cuales se cuente con una muestra mayor en donde se incluya un grupo de pacientes que no hayan recibido lactancia materna tomando en cuenta para estos  otras variables relacionadas con la producción de IgA secretora como por ejemplo cuantificación de flora intestinal, antecedentes familiares, antecedentes perinatales y estudios de factores genéticos que puedan estar relacionados directamente con los niveles de IgA.

    Extender dichos estudios mencionados anteriormente  hacia la población de lactantes y pacientes con infecciones severas.

     Difundir  los signos de alarma para infecciones recurrentes entre el personal de salud en vista que el síndrome de infección recurrente pasa frecuentemente desapercibido en las consultas.


AGRADECIMIENTO


     Principalmente agradecemos a Dios, por habernos guiado durante el curso de la carrera y darnos la fortaleza y serenidad en momentos de dificultades. A nuestros padres, quienes desde el inicio siempre nos han apoyado, motivado, orientado e inculcado los valores necesarios para  elegir siempre el camino del bien.

     A nuestros tutores científicos Dr. Joaquín Castro quien jugó un papel fundamental en la asesoría de este trabajo de investigación gracias por guiar nuestras ideas, por su paciencia, dedicación y motivación; la Dra. Tamara Azcárate por enseñarnos con tanto cariño y aportarnos sus valiosos conocimientos en lactancia materna. Así como también a nuestros tutores metodológicos, la Dra. Luz Marina Navarrete, cuyos conocimientos en el área nos ayudaron a dar forma a la presente investigación. Al doctor Carlos Espino,  gracias a su guía y apoyo diario en el área de estadística la cual fue de mucho apoyo.

     Debemos por supuesto agradecer al Laboratorio Inmunológico Ana María Urquiola Fadull C.A como institución que nos abrió las puertas para el procesamiento de las muestras de nuestro trabajo de investigación.

     Por último queremos darle nuestro más sincero agradecimiento a todos y cada uno de los pacientes y sus madres, por ser parte de esta valiosa investigación.


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  Degree Thesis Produced by Dr. Jose Miguel Lapenta. Jose Figuera, Heilmar Rodriguez, Loisiana Rodriguez, Vanessa Saavedra. Carabobo University Promotion XLIV

                 Maracay Estado Aragua Venezuela 2.018  

           Telf: 0424-3431100  

 

         

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