SECRETORY IMMUNOGLOBULIN A IN PRESCHOOLS WITH RECURRENT INFECTIONS AND ITS RELATIONSHIP WITH INITIAL FEEDING.
INMUNOGLOBULINA A SECRETORA EN PREESCOLARES CON INFECCIONES RECURRENTES Y SU RELACIÓN CON LA ALIMENTACIÓN INICIAL.
Autores:
Figuera José, Lapenta José, Rodríguez Heilmar, Rodríguez Loisiana, Saavedra Vanessa.
Tutor
Científico y Metodológico: Dr. Castro Joaquín, Dra. Azcárate
Thamara Azcárate, Dra. Navarrete Luz Marina.
Maracay, 08 de Marzo de 2018.
Resumen
La
IgA secretora (IgAS) es la inmunoglobulina predominante en las secreciones,
entre sus funciones está proteger las mucosas. Durante la infancia las
infecciones recurrentes (IR) son una de las primeras causas de consultas. La lactancia
exclusiva es considerada un factor protector contra las IR. Objetivo: Determinar los valores de
IgAs salival en preescolares con IR y su relación con la alimentación inicial. Materiales
y métodos: Investigación clínica epidemiológica, diseño analítico
observacional, tipo transversal, incluyó 56 pacientes a quienes se les tomo
muestra salival. Resultados: La edad
promedio fue 3,5 años, predominando el
género femenino (53,5%). En cuanto a la presencia de infecciones recurrentes
destacó el género masculino (58,3%), siendo más frecuente el tipo multifocal (58,3%),
prevaleciendo las respiratorias (41%) y gastrointestinales (16%). El 60,7%
recibió lactancia materna exclusiva, con mayor frecuencia en el grupo sano
(62,5%). La edad de inicio de la alimentación complementaria fue de 5,7 meses.
Al relacionar los niveles de IgAS salival con la edad, se observó un valor
mayor a los 3 años (x=19,3 mg/dl), pero con menores niveles en el grupo de
infección recurrente (x=7,5 mg/dl) que en el grupo sano (x=33,1 mg/dl). Con
respecto a la exclusividad de la lactancia, se observaron menores valores de
IgAS en los sanos en relación con el grupo de IR (8,3 y 8,4 mg/dl
respectivamente). Conclusiones: Los
niveles de IgAs salival en los pacientes con infecciones recurrentes dependen
de múltiples factores, además la lactancia materna como un factor aislado no
garantiza la presencia o ausencia de éstas.
Palabras
claves: Inmunoglobulina A secretora,
infecciones recurrentes, lactancia materna exclusiva, alimentación inicial,
saliva.
SECRETORY IMMUNOGLOBULIN A IN PRESCHOOLS WITH
RECURRENT INFECTIONS AND ITS RELATIONSHIP WITH INITIAL FEEDING.
Authors: Figuera
José, Lapenta José, Rodríguez Heilmar, Rodríguez Loisiana, Saavedra Vanessa.
Scientific and Methodological tutor: Dr. Castro Joaquín, Dra. Azcárate Thamara, Dra. Navarrete Luz Marina.
Maracay, March 08th 2018.
Abstract
Secretory IgA (SIgA) is the predominant
immunoglobulin in secretions, among its functions is to protect mucous
membranes. During childhood, recurrent infections (RI) are one of the first
causes of consultations, due to multiple factors. Exclusive breastfeeding turns
out to be a protective factor. Objective:
To determine the values of salivary SIgA in preschool children with RI and its
relationship with the initial feeding. Materials
and methods: Clinical and epidemiological research, analytical
observational design, cross-sectional type, we included 56 patients from who we
took a salivary sample. Results: The
average age was 3.5 years. The female gender predominated in a 53.5%. Regarding
the presence of recurrent infections, the masculine gender represented a 58.3%
and the most frequent was the multifocal type 58.3%, prevailing respiratory
(41%) and gastrointestinal (16%). The 60.7% received exclusive breastfeeding,
62.5% of them corresponding to the healthy group. The age of onset of
complementary feeding was 5.7 months. When relating salivary SIgA levels with
age, higher values were observed at 3 years (x=19.3 mg/dl), however for this
same age, the group of recurrent infection had lower levels (x=7.5 mg/dl) than
the healthy group (x=33.1mg/dl). The values also were lower in the healthy
group than those with recurrent infections in relation to the exclusivity of
lactation (8.3 and 8.4 mg/dl respectably). Conclusions:
The levels of salivary IgA in patients with recurrent infections depend on
multiple factors, and breastfeeding as an isolated factor does not guarantee the
presence or absence of these.
Keywords: Secretory immunoglobulin A, recurrent
infections, exclusive breastfeeding, initial feeding, saliva.
INTRODUCCIÓN
El desarrollo del sistema inmune es un
proceso progresivo desde el período de recién nacido hasta el fin del período
escolar.1
Por lo que requiere de un contacto previo con antígenos del medio ambiente para
aprender a generar respuestas efectivas durante la vida adulta.2
La alimentación al seno materno (ASM) ha mostrado capacidad para
desarrollar en la luz intestinal del lactante una barrera virtual que impide la
adhesión de gérmenes al enterocito, reduciendo tanto la frecuencia y severidad
de las infecciones como la reacción inflamatoria que se asocia con ellas. Esta
modulación de los mecanismos de defensa del huésped podría programar al sistema
inmune del lactante con efectos a largo plazo. Y tal vez afectar favorablemente
la función de órganos dotados de tejido linfoide y con luz de escaso diámetro.3
En la leche humana se secretan anticuerpos frente a las bacterias que
colonizan el tubo digestivo, por la migración de los linfocitos B desde la
placas de peyer, hasta la lámina propia de las glándulas mamarias, donde se
diferencian en células productoras de Inmunoglobulina A (IgA), la cual es la
más abundante e importante en las mucosas, e interfiere en la adherencia de las
bacterias a la mucosa intestinal, que es el primer paso de la cadena
fisiopatológica de la diarrea.3
La IgA es la inmunoglobulina predominante en la saliva y secreciones
intestinales en forma de IgA secretora, la mayoría se produce como resultado de
una síntesis y no del torrente circulatorio. Entre sus funciones están la de
inhibir la adherencia bacteriana y la neutralización de enzimas, virus y
toxinas. Puede unirse de forma específica a moléculas presentes en la
superficie bacteriana mediadora de la unión de esta célula epitelial, y su
unión a la bacteria aumenta la afinidad de este complejo a la mucina, lo cual
facilita la inmovilización del microorganismo a la capa mucosa con la
consiguiente eliminación.4
Durante la infancia, las infecciones a repetición son consideradas una
de las primeras causas que generan múltiples consultas tanto al médico como al
especialista. Estas infecciones son debidas a múltiples factores que
condicionan en el individuo un estado de predisposición facilitando la
presentación de los episodios infecciosos. Por lo tanto, si se pregunta
¿Cuántas infecciones son “normales” en la infancia? sería un poco difícil de
responder.2
Para tener una idea del manejo de este tipo de enfermedades, y
determinar cuando estas infecciones tienen un comportamiento normal o inusual
en la presentación de sus episodios, es necesario conocer sobre los aspectos
clínicos y de laboratorio, así como los criterios de selección concernientes a
la definición de estas infecciones recurrentes, las cuales se han designado y
caracterizado dentro del síndrome de Infección Recurrente (SIR).2
El síndrome de infección recurrente constituye una causa importante de
morbilidad y mortalidad, tanto en países desarrollados como en vías de
desarrollo, lo cual implica altos costos sociales y económicos para los
distintos servicios de salud.5
Inicialmente el Síndrome de Infección Recurrente (SIR) se manifiesta
como un proceso por lo general subclínico o asintomático en individuos que
están en contacto permanente con agentes infecciosos que se encuentran en el
ambiente. Esta repetida interacción con antígenos va a permitir el desarrollo
de inmunidad en individuos normales o a desencadenar enfermedades graves en
pacientes susceptibles.2 Un paciente tiene infecciones recurrentes
cuando presenta una mayor frecuencia de infecciones que las correspondientes
para su edad y medio ambiente.1
Según estudios realizados se encontró que la lactancia exclusiva,
resulto ser un factor protector, para la presencia de infecciones recurrentes
respiratorias y gastrointestinales. Lactancia mixta estuvo asociada a 1.8 veces
más riesgo de infecciones respiratorias y 2.04 veces más riesgo de infecciones
gastrointestinales. Lactancia artificial se asoció con un riesgo de adquirir
1.15 veces más infecciones respiratorias y 1.1 veces más para infecciones
gastrointestinales.6
Por otro lado se determinó que la edad
preescolar, el sexo masculino, la lactancia materna no efectiva, la alergia, el
bajo peso al nacer, el humo de tabaco en el ambiente, la asistencia a círculos
infantiles y el hacinamiento fueron los factores de riesgo más frecuentes.7
Las infecciones respiratorias
agudas (IRA) se ubican entre las 10 principales causas de defunción en la
población general, y dentro de las 3 primeras causas de muerte entre los
infantes de 5 años, por lo que se considera un problema de salud pública. Las
IRA son responsables de la muerte de cerca de cuatro millones de niños y niñas
por año y están incluidas entre las tres primeras causas de enfermedades
fatales de la primera infancia, junto con la diarrea y la desnutrición
proteico-calórica. La neumonía ocasiona aproximadamente el 85 % de todas las
muertes por IRA; seguida de la bronquiolitis, crup y complicaciones de las
infecciones de las vías respiratorias superiores.8
Existen factores de riesgo que predisponen o favorecen las IRA, algunos
son modificables y otros no. Entre ellos, la edad, dado que se observa que por
debajo de los 5 años y sobre todo en el recién nacido y el lactante, se
presenta el mayor riesgo, igualmente el bajo peso al nacer, favorece la mayor
sensibilidad a la infección, debido entre otras causas, al deterioro físico del
infante y a los trastornos en la maduración del sistema inmune del bebé,
asociado al bajo peso al nacer. Se encuentra también como un factor de riesgo
importante la desnutrición, la cual es la causa más común de inmunodeficiencia,
gran parte de la morbilidad y la mortalidad en individuos malnutridos se debe a
las infecciones.9
Otro factor de riesgo importante es la no
administración de lactancia materna. La leche humana es la más apropiada de
todas las disponibles para el recién nacido, porque está exclusivamente
adaptada a sus necesidades, los niños y niñas en los que se sustituye la
lactancia natural son menos saludables y presentan una marcada incidencia de
diarreas, tos y catarro. Aquellos niños y niñas que al nacer no reciben
lactancia materna carecen de la protección que la misma aporta contra las IRA.9
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que todos los
lactantes reciban lactancia materna (LM) exclusiva durante los seis primeros
meses de vida. Se han comprobado sus beneficios, tanto en la disminución de la
mortalidad como en la morbilidad en los países en vías de desarrollo. También
en países desarrollados, como Reino Unido, España, Australia, EE. UU y Países
Bajos, se ha confirmado el papel de la LM en la disminución de las
hospitalizaciones por infecciones gastrointestinales y respiratorias en
lactantes sanos nacidos a término.10
Dado la compleja coexistencia de factores que pueden confluir en esta
problemática y que a nivel nacional y regional no se dispone de estudios que
determinen los valores de IgA secretora salival en preescolares con infecciones
recurrentes y su relación con la alimentación inicial, se necesita disponer de
datos propios que puedan servir como referencia epidemiológica para determinar
la importancia de estas variables.
Para lograr este cometido, se plantea como
objetivo general de la investigación determinar los valores de Inmunoglobulina
A secretora en preescolares con infecciones recurrentes y su relación con la
alimentación inicial, para ello es necesario: Identificar las características
demográficas y clínicas de la muestra a estudiar (Edad, género, graffar,
clasificación clínica), describir los antecedentes alimentarios en los
pacientes de la muestra (Lactancia Materna o Alimentación Complementaria),
determinar los niveles de
Inmunoglobulina A secretora salival
y comparar entre preescolares con antecedentes de infecciones
recurrentes y en preescolares sanos, de acuerdo con los antecedentes
alimentarios.
METODOLOGÍA: MATERIALES Y
MÉTODOS
El
tipo de investigación realizada fue clínica epidemiológica en la especialidad
de Pediatría e inmunología, de diseño analítico observacional, fuente primaria
directa y de tipo transversal.
Muestra no probabilística de tipo
intencional, la cual estuvo constituida por 56 preescolares entre los 2 años
hasta los 5 años más 11 meses y 29 días, de los cuales se conformaron dos
grupos: un primer grupo compuesto por 32 preescolares sanos sin antecedentes de
infecciones recurrentes los cuales fueron tomados de la Unidad Educativa
Privada Colegio Humboldt y un segundo grupo de 24 preescolares con antecedentes
de infecciones recurrentes los cuales fueron tomados en la consulta de
pediatría e inmunología del Hospital Central de Maracay, en el período
comprendido de Agosto a Noviembre del 2017.
La población anteriormente descrita cumplían con los siguientes
criterios de inclusión: pacientes pediátricos en edad preescolar comprendida
entre 2 y 5 años más 11 meses y 29 días, de sexo masculino y femenino, con
antecedentes de infecciones recurrentes los cuales fueron tomados en la
consulta de pediatría e inmunología del Hospital Central de Maracay y sanos sin
antecedentes de infecciones recurrentes los cuales fueron tomados de la Unidad
Educativa Privada Colegio Humboldt, pacientes cuya autorización por parte del
representante legal a través del respectivo consentimiento informado haya sido
aceptada.
Como criterios de exclusión se tomaron pacientes pediátricos con edad
inferior a los 2 años de edad, pacientes pediátricos con edad superior a los 5
años más 11 meses y 29 días, pacientes que presenten enfermedades crónicas,
pacientes cuya autorización por parte del representante legal a través del
respectivo consentimiento informado haya sido negada.
Todo representante legal o padre del paciente incluido en la
investigación firmo el previo acuerdo mediante un documento de consentimiento
informado.
De igual manera se tomaron las previsiones
necesarias en cuanto a la privacidad y confidencialidad del paciente. La
información obtenida fue dirigida exclusivamente para esta investigación, completamente
confidencial y el anonimato de los pacientes forma parte importante del acuerdo
médico-paciente realizado previo a la toma de muestra.
Ninguna identidad de los participantes en dicho estudio fue revelada o
publicada de alguna forma. Solo se interrogaron datos estrictamente necesarios
para fines de la investigación.
Como instrumento se diseño una hoja de registro para la recolección de
datos basado en las entrevistas realizadas a padres y representantes de los
pacientes, centrada en los objetivos y variables correspondientes para
posteriormente analizar de los datos. Se recabaron: Grupo etario, nombre y
apellido, sexo, Graffar, número de infecciones presentadas al año, uso de
tratamiento, hospitalizaciones en el último año, tipo de infección, tipo de
lactancia materna, alimentación complementaria, edad de ablactación y valor de
IgA secretora salival. Previamente se explicaron los objetivos pertinentes al
trabajo así como se le presento un consentimiento informado.
Se procedió a la toma de muestra de saliva. Los pacientes debieron estar
previamente cepillados y bien hidratados. Se procedió a colocación de guantes
estériles, posteriormente se le coloco una torunda de algodón sublingual a cada
paciente hasta que la misma quede impregnada en su totalidad de saliva, se tomo
la torunda de algodón y se introdujo en la jeringa estéril de 10 cc, quitando
previamente el embolo de esta para permitir el paso de la muestra, se introdujo
nuevamente el embolo y se ejerció presión para verter el contenido de 2 ml de
saliva dentro del tubo de ensayo de vidrio estéril, luego se identifico cada
tubo con los datos del paciente, nombre y apellido, edad, sexo y grupo a que
pertenece. Inmediatamente luego de la recolección los tubos fueron almacenados en
una cava con abundante hielo seco, ya
que deben ser sometidos a una temperatura menor a 0 ºC, para que las bacterias
no degraden los anticuerpos, ni alteren la muestra, mientras son llevadas al
laboratorio donde se congelaron para posteriormente ser procesadas. Las
muestras solo pueden ser descongeladas al momento de su procesamiento.
Las muestras fueron procesadas según las especificaciones del fabricante
en un Laboratorio Inmunológico Privado, ubicado en la Ciudad de Maracay, Aragua
Venezuela.
La IgA secretora salival fue medida por
medio de la técnica de ELISA, con un test sIgA Saliva ELISA fabricado en
Alemania por la casa comercial EUROIMMUN AG®, el cual posee como lote el número E160721AH, número de orden EQ
6211C- 9601 S, formato 96x01 (96). Este
test provee un ensayo in vitro para la cuantificación de IgA libre en saliva
humana.
Una vez que las muestras estuvieron en un Laboratorio Inmunológico
fueron descongeladas, y se realizo una dilución 11/201 (5µl de muestra con 1 ml
de Buffer de Muestras). Se tomaron 100 µl de la dilución y se colocaron en el
micropozo de ELISA. Paralelo a ello, se realizo curva de calibración con 100 µl
de los estándar provistos en el equipo, y los respectivos controles, positivo y
negativo.
Simultáneamente, agregaron 100 µl de
solución de enzima conjugada, y 100 µl de solución anticuerpo anti-componente
secretor. Luego de incubar 60 minutos, se lavaron 3 veces los pozos, con buffer
de lavado, a fin de eliminar todas las proteínas no unidas al complejo,
utilizando un lavador de ELISA.
Posteriormente se agregaron 100 µl de solución cromógeno/sustrato en
cada micropozo, y se incubo durante 10 minutos a temperatura ambiente, en la
oscuridad. Transcurrido ese tiempo, se obtuvo la reacción con 100 µl de
solución de parada (Acido sulfúrico 0.5 M). La intensidad del color fue medida
en un lector de placas de ELISA con doble filtro de 450/630 nm. Se construyo
una curva estándar graficando las absorbancias de los calibradores versus las
concentraciones. La absorbancia de controles y pacientes se extrapolo en la
curva, a fin de obtener las concentraciones.
Para el procesamiento de la base de datos
el programa utilizado fue ACCESS 2007 y como paquete estadístico para el
análisis de los datos EPI-INFO versión 7.2.2.2. Se analizaron datos de
frecuencia absoluta y frecuencia relativa y se construyeron intervalos de
confianza al 95%. Se realizó la prueba Chi cuadrado para la comparación de las
frecuencias. Se consideró el valor de probabilidad (valor p) menor de 0.05 como
criterio para establecer significancia estadística.
RESULTADOS
En la población estudiada la edad promedio
correspondió a 3,5 años, similar para los grupos de sanos y con infección
recurrente. Con respecto al género predomina el femenino 53,5%, manteniéndose
similar proporción en el grupo de sanos, sin embargo existe predominio de
género masculino en el grupo con infección recurrente 58,3% (Chi2
4,2). El Graffar se distribuye equitativamente entre los estratos III y IV. Las
infecciones recurrentes más frecuente fueron de tipo multifocales 58.3%, y el
foco infeccioso respiratorio fue el más relevante 41%, seguido por las infecciones
gastrointestinales con 16%. (Tabla 1)
GRAFICO 1
De
la muestra total 60,7% recibió lactancia materna exclusiva, representando en
los pacientes sanos 62,5%, y en el grupo de casos 58,3%. La media de la edad de
inicio de alimentación complementaria es de 5,7 meses en ambos grupos, con
valor similar en el grupo de sanos y casos, con una moda de 6 meses para todos
los grupos. (Tabla 2)
GRAFICO 2
Al
relacionar la media de los niveles de IgA secretora salival con la edad se
observa un valor mayor a los 3 años (Ẋ=19,3 mg/dl) para el grupo en general, sin embargo,
para esta misma edad el valor en el grupo de infección recurrente (Ẋ=7,5 mg/dl) es significativamente menor que para
el de sanos (Ẋ=33,1 mg/dl)
(p 0.01). En cuanto al género el valor en la población general es mayor para
los masculinos (Ẋ=13,3 mg/dl);
no obstante, en el grupo con infección
recurrente el género femenino obtuvo un valor de (Ẋ=9,4 mg/dl), en comparación con los masculinos (Ẋ=6,6 mg/dl) (p=0,1). Con respecto al foco
infeccioso, se mostró un valor menor en relación al foco respiratorio (Ẋ=7,6 mg/dl) y en infecciones multifocales (Ẋ=8 mg/dl) a diferencia del foco urinario (Ẋ=8,2 mg/dl) (p=0,6). La media de los valores de
IgA secretora salival fueron menores para los sanos que en el grupo con infecciones
recurrentes en relación a la exclusividad de la lactancia (8.3 y 8.4 mg/dl)
respectivamente (p 2.3). Lo que se invierte con respecto a la edad de inicio de
alimentación complementaria siendo mayor en el grupo de sanos (13.1 mg/dl) que en el grupo de casos (7.5 mg/dl). (Tabla 3)
GRAFICO 3
GRAFICO 4
DISCUSIÓN
En el presente estudio se observó discreto
predominio del género masculino en el grupo con infecciones recurrentes y al
relacionar los niveles de IgA secretora salival se evidenció un aumento en el género
femenino, por tanto concuerda con un estudio realizado por Pérez M, et al11,
sobre 120 pacientes, donde el género masculino se determina como factor de
riesgo inmunoepidemiológico para la aparición de las infecciones respiratorias
recurrentes.
Las infecciones recurrentes más frecuentes en más de la mitad del
estudio fueron de tipo multifocales y el foco infeccioso respiratorio fue el
más relevante, seguido por las infecciones gastrointestinales. En este sentido difiere
del estudio realizado por Díaz Tabares O, et al12, donde describen
una duración de lactancia materna alrededor de 5 meses, con predominio de
infecciones urinarias y diarrea aguda en aquellos con destete temprano. Sin
embargo en este estudio, se observó que el promedio de edad de inicio de alimentación
complementaria fue 5.7 meses tanto para el grupo con antecedentes de
infecciones recurrentes, como para el grupo de pacientes sanos siendo similar
al estudio mencionado anteriormente.
Con respecto al tipo de alimentación, la
mayoría de la población estudiada recibió lactancia materna exclusiva, representando
un mayor porcentaje en los pacientes sanos, lo que podría reflejar que la
lactancia materna exclusiva representa un factor de protección. Esto concuerda
con un estudio realizado
por Calzado Mustelier M, et al13,
donde se realizaron encuestas a 38 madres de niños menores de 4 meses, relacionando
la lactancia materna y enfermedades frecuentes, tales como EDA, ERA y otras afecciones,
destacando que el 97,4 % de los niños se mantuvo sano, lo que demuestra el
nivel de protección que ofrece esta práctica tan antigua.
Al relacionar la media de los niveles de IgA secretora mostraron un
ascenso significativo de esta, en relación al ascenso de la edad con un mayor
valor a los 3 años en el grupo sano, dicho ascenso no es igual en el grupo con
infección recurrente. Esto lo demuestran Tomasello H, et al14,
determinando las cifras de Inmunoglobulina A secretora en niños y niñas
aparentemente normales y sanos de la población infantil, encontrando incremento
progresivo con la edad hasta llegar a los valores del adulto.
Por último el antecedente de lactancia
materna en el grupo de casos fue estadísticamente significativo con respecto al
recibir lactancia materna exclusiva, donde se evidenciaron mayores niveles de
IgA secretora salival. Lo que difiere del estudio realizado por Columba V, et
al15 donde encontraron que la lactancia materna exclusiva ofrece
protección contra infecciones respiratorias y gastrointestinales. Sin embargo
no se encontraron estudios donde relacionen el valor de IgA secretora salival
con el tipo de alimentación recibida.
De acuerdo a los resultados obtenidos se concluye que el género femenino
puede considerarse como factor protector para la presencia de infecciones
recurrentes. Los valores de IgA secretora salival tienen una relación con la
edad en los niños sanos, en quienes se presenta una elevación máxima alrededor
de los 3 años, esto no se cumple para el grupo de niños con antecedentes de infecciones recurrentes.
La lactancia materna no exclusiva está relacionada con la presencia de
infecciones recurrentes, sin embargo no se encontró una relación con los
niveles de IgA secretora en la población sana; a diferencia del grupo con
infecciones recurrentes cuyos niveles de IgA secretora fueron significativamente
mayores en aquellos que recibieron lactancia materna exclusiva, por lo tanto se
puede afirmar que los niveles de IgA secretora salival en los pacientes con
infecciones recurrentes dependen de múltiples factores y que la lactancia
materna como un factor aislado no garantiza la presencia o no de infecciones
recurrentes, sin embargo si puede considerarse como un factor protector. No se
encontró relación existente entre la edad de inicio de la alimentación
complementaria y los niveles de IgA secretora.
En base a las conclusiones se
recomienda fomentar la lactancia materna a todos los recién nacidos. Así como también capacitar al personal de
salud y madres respecto técnicas y beneficios de incluir la lactancia
materna exclusiva como principal fuente
de alimento los primeros 6 meses de vida.
Incluir la determinación de los niveles de IgA secretora como protocolo
de estudio en pacientes con infecciones recurrente.
Se sugiere realizar estudios similares en los cuales se cuente con una
muestra mayor en donde se incluya un grupo de pacientes que no hayan recibido
lactancia materna tomando en cuenta para estos
otras variables relacionadas con la producción de IgA secretora como por
ejemplo cuantificación de flora intestinal, antecedentes familiares,
antecedentes perinatales y estudios de factores genéticos que puedan estar
relacionados directamente con los niveles de IgA.
Extender dichos estudios mencionados anteriormente hacia la población de lactantes y pacientes
con infecciones severas.
Difundir
los signos de alarma para infecciones recurrentes entre el personal de
salud en vista que el síndrome de infección recurrente pasa frecuentemente
desapercibido en las consultas.
AGRADECIMIENTO
Principalmente
agradecemos a Dios, por habernos guiado durante el curso de la carrera y darnos
la fortaleza y serenidad en momentos de dificultades. A nuestros padres,
quienes desde el inicio siempre nos han apoyado, motivado, orientado e
inculcado los valores necesarios para
elegir siempre el camino del bien.
A nuestros tutores científicos Dr. Joaquín Castro quien jugó un papel
fundamental en la asesoría de este trabajo de investigación gracias por guiar
nuestras ideas, por su paciencia, dedicación y motivación; la Dra. Tamara
Azcárate por enseñarnos con tanto cariño y aportarnos sus valiosos
conocimientos en lactancia materna. Así como también a nuestros tutores
metodológicos, la Dra. Luz Marina Navarrete, cuyos conocimientos en el área nos
ayudaron a dar forma a la presente investigación. Al doctor Carlos Espino, gracias a su guía y apoyo diario en el área
de estadística la cual fue de mucho apoyo.
Debemos por supuesto agradecer al Laboratorio Inmunológico Ana María
Urquiola Fadull C.A como institución que nos abrió las puertas para el
procesamiento de las muestras de nuestro trabajo de investigación.
Por último queremos darle nuestro más
sincero agradecimiento a todos y cada uno de los pacientes y sus madres, por
ser parte de esta valiosa investigación.
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